Coplas al aire
Tu la flor malva mas linda,
y yo el poeta de las manos
que manchadas de tinta,
te escriben al lugar de llantos.
Yo desde lo mas profundo
de mi maltrecho acantilado,
intento no dejar el mundo,
que de ti me ha alejado.
Solo por volver a ver
aquellos dos luceros ardientes,
dejaría de ver, por no ser
lo que ahora soy y tu no sientes.
Aquí rendido a tus pies,
derramo por ojos caídos mi amor,
que marchita manantiales
y de mi sol quita todo el calor.
Aun recuerdo tus palabras
que afables me acariciaban los recelos,
donde en mi jardín resonabas,
¡Ay amor, que ahora callas siglos enteros!
No hay palabras suficientes,
para expresar esto que siento,
y aunque intento ser paciente,
mis palabras se las lleva el viento.
No por volver a mirar
el largo camino que recorrí
espero allí encontrar
una imagen real de ti.
Mas la Luna ya desaparece,
larga oscuridad ha caído,
más mi soledad crece,
y aun sigo a tus pies rendido.
En donde la inmensidad del mar
mi ojos logran soñar,
soñaría despierto para no despertar,
tu alma flotando allí encontrar.
Pero como nada es eterno,
mi vida se extingue,
se apaga mi fuego
del lecho lúgubre
donde reside mi cuerpo.
y yo el poeta de las manos
que manchadas de tinta,
te escriben al lugar de llantos.
Yo desde lo mas profundo
de mi maltrecho acantilado,
intento no dejar el mundo,
que de ti me ha alejado.
Solo por volver a ver
aquellos dos luceros ardientes,
dejaría de ver, por no ser
lo que ahora soy y tu no sientes.
Aquí rendido a tus pies,
derramo por ojos caídos mi amor,
que marchita manantiales
y de mi sol quita todo el calor.
Aun recuerdo tus palabras
que afables me acariciaban los recelos,
donde en mi jardín resonabas,
¡Ay amor, que ahora callas siglos enteros!
No hay palabras suficientes,
para expresar esto que siento,
y aunque intento ser paciente,
mis palabras se las lleva el viento.
No por volver a mirar
el largo camino que recorrí
espero allí encontrar
una imagen real de ti.
Mas la Luna ya desaparece,
larga oscuridad ha caído,
más mi soledad crece,
y aun sigo a tus pies rendido.
En donde la inmensidad del mar
mi ojos logran soñar,
soñaría despierto para no despertar,
tu alma flotando allí encontrar.
Pero como nada es eterno,
mi vida se extingue,
se apaga mi fuego
del lecho lúgubre
donde reside mi cuerpo.
