Te lo debo Salinas
La voz a ti debida
es un haz de luz en la mañana,
un beso que viaja de boca en boca,
fina tela del tejer de una araña,
tan suave como el soñar de un niño
con una sonrisa de almohada.
Debida a ti mi voz exclama
y amenaza al techo del cielo
si tu luz en la vela se apaga.
Se que mi vida no existe
solo es objeto de tu viaje,
como una maleta entreabierta
que espera tu carnal equipaje.
De voces que no existen,
de diablos que cobran almas,
de todo eso va mi deuda,
que pagaré en vuestra cama.
La voz a ti debida,
debida a ti mi voz exclama.